Los límites en nuestros hijos son una medida necesaria para mantenerlos a salvo de peligros y adaptarlos al medio social; pero cuando se deciden de forma unilateral e imponen mediante castigos o sermones, se invita a la rebeldía o lucha de poderes con nuestros pequeños, máxime si no hay lugar a la explicación o el dialogo. Por ello, desde Crianza Positiva, se invita a el establecimiento de reglas de convivencia familiar involucrando a los y las niñas, ya que cuando ellos son parte del proceso, son menos propensos a convertirse en infractores de sus propias reglas.
Es importante subrayar que el establecimiento de límites varia según la edad del menor, y será con los mayores de 4 años con quienes se pueda comenzar a establecer límites en “Juntas Familiares”, donde es crucial dejar en claro las consecuencias que habrá por transgredirlos, y comenzará el periodo de prueba. Recuerda, si no funcionan los limites de acuerdo a tus expectativas, tranquilo(a), es un proceso. En Disciplina Positiva no se aplican castigos, si no consecuencias las cuales pueden ser naturales y/o lógicas, enfocándonos en las soluciones a través de “preguntas curiosas”.
Ejemplo: un niño distraído tira su leche sobre la mesa. En lugar de decirle: “mira lo que has hecho ¿no sabes tomar la leche como un niño normal?”, le decimos: “¿que pasó aquí? Tu leche se ha volcado, ¿qué necesitas hacer ahora?” Una contestación lógica por parte del niño sería: “limpiar”, entonces el padre le contesta: “¿quieres que te ayude o prefieres hacerlo solo? El padre acompaña al niño sin intervenir dejando que el niño “enmiende” su error. De esta forma se toma al error como una oportunidad de aprendizaje.
CONSECUENCIAS NATURALES
Una consecuencia natural es cualquier cosa que sucede sin intervención del adulto. Se trata de darles a los niño(a)s la oportunidad de que experimenten las consecuencias naturales a sus decisiones, es una forma muy valiosa para su auto-aprendizaje, evitando dos cosas: rescatar a niño o niña, y frases como: “viste, te lo dije…” porque esto agrega humillación. Se trata de que aprendan la consecuencia de sus decisiones, no de que se den cuenta que los adultos “tenemos razón y nos las sabemos todas”.
CONSECUENCIAS LÓGICAS
Una consecuencia lógica es aquella en la cual los padres o educadores da seguimiento a la conducta de su hijo(a) a través de su intervención. Y su diferencia con un castigo es, desde donde se aplica, es decir, desde la rabia o desde la empatía del padre/madre/educador. Para saber si estás aplicando una consecuencia lógica o un castigo deberías preguntarte: ¿Esto que estoy haciendo con mi hijo(a) lo humilla, lastima, le hace sentir culpa, o lo invita a reflexionar y a pensar alternativas adecuadas a su comportamiento?
Las consecuencias lógicas deberán cumplir cuatro condiciones:
- Tiene que estar relacionada con lo hechos o la conducta, lo que sucedió aquí y ahora, no lo que el niño(a) hizo ayer o la semana pasada.
- Su aplicación debe hacerse de manera tranquila, respetuosa y sin causar dolor, vergüenza o humillación al niño(a).
- Su aplicación debe hacerse de manera tranquila, respetuosa y sin causar dolor, vergüenza o humillación al niño(a)
- Revelación anticipada. Es fundamental que en la medida de lo posible, anticipes a tus hijo(a)s las cosas que sucederán cuando se saltan las reglas.
Artículo publicado en la edición de noviembre del 2013 Para suscribirte a Amigos la revista AQUÍ