La mejor forma de prevenir el abuso sexual infantil es la buena comunicación en casa, que incluya el manejo de emociones de todos los miembros, para que el niño y la niña se sientan en confianza de decir sus preocupaciones, miedos y alegrías. Aprender a identificar y expresar una emoción será de vital importancia, pues así sabrá si algo la hace sentir incomoda, es desagradable o simplemente NO LE GUSTA la situación y podrá salir huyendo, gritando, corriendo y podrá contarlo al adulto al que le tenga confianza.
Por ello, es muy importante, poder hablar libremente en casa sobre sexualidad, sin que las palabras incomoden. No porque un tema sea tabú, serán menos las probabilidades de que suceda; al contrario, estarás poniendo en riesgo a tu pequeño. Las personas asumen que los niños y las niñas no son sexuados y que ya les hablarán de sexualidad cuando «tengan edad», generalmente al entrar en la adolescencia. No saben que los niños y las niñas son sexuados desde que nacen y requieren de la educación y orientación sobre su sexualidad desde pequeños. Actualmente circulan algunas ideas sobre el abuso sexual que imposibilitan su adecuada prevención. Estas ideas son equivocadas o inexactas, y las compartimos contigo:
1. Solo se dan en condiciones asociadas a la pobreza.
El abuso sexual ocurre en todas las clases socioeconómicas. En las ciudades se observa el mayor número de casos registrados, ya que en el campo la cultura del silencio está más arraigada y la cultura de la denuncia es prácticamente inexistente. La pedofilia o deseo por los niños, no tiene nada que ver con el nivel económico ni social. Se puede dar en cualquier familia sin distinción.
2. Si sucede en la familia, es producto de un desequilibrio mental.
Si se cree que los abusos se originan porque una persona de la familia lo cometió a partir de un “desequilibrio mental”, se corre el riesgo de absolver al agresor de la responsabilidad de sus actos abusivos al considerarlo enfermo mental. Si no estuviera consciente del daño que está haciendo o que es una conducta anormal o perversa, no buscaría que el menor guarde el secreto.
3. Si sucede en la propia familia se notará de inmediato.
No siempre sucede así. En la mayoría de las ocasiones el abuso puede ocurrir en la familia de manera “silenciosa”. Incluso el abusador suele no despertar ningún tipo de sospecha y mantener amenazada a la víctima para que no lo denuncie.
4. El agresor es así porque sufrió de abuso sexual en su infancia.
Si esta afirmación fuera verdad, se esperaría que las mujeres abusarían más sexualmente, toda vez que son ellas las que con mayor frecuencia son víctimas del abuso. Sin embargo, los estudios nos indican que es un asunto principalmente de varones. Se estima que aproximadamente el 20% de las personas que sufrieron abuso, se convierten en abusadores. Por tanto, no todas las personas que abusan fueron abusadas y no todas las personas que sufren abuso se convierten en abusadores.
5. Creer que no existen o que son poco frecuentes.
Los abusos sexuales son mucho más frecuentes de lo que se piensa. Una de cada 4 niñas y uno de cada 6 u 8 niños, han sido abusados sexualmente. El abuso sexual es una relación abusiva porque existe una clara desventaja: física, fisiológica (hormonal), de desarrollo, de experiencias en general, experiencias sexuales, en recursos mentales y habilidad social y emocional.
Por lo que te invitamos a leer el artículo: Abuso sexual: cómo escuchar una revelación y Aspectos médicos y jurídicos del abuso sexual. Pero lo más importante es considerar que el no educar en la sexualidad afectiva, puede ser un factor de riesgo para el abuso sexual infantil. Silenciar el tema no es la solución. Estudios sobre sexualidad señalan que la educación sexual clara y sin prejuicios favorece un mayor conocimiento de sí mismo. Del mismo modo, el vivir sin temores frente al cuerpo, a los sentimientos y a las sensaciones, suele ampliar los recursos de comunicación. La información obtenida puede a largo plazo, entre otras cosas, disminuir los embarazos no deseados.
Te invitamos a leer: ¿Hablar abiertamente de sexualidad con nuestros hijos? Si te gusta nuestra información te invitamos a registrarte de nuestro boletín electrónico para que recibas gratis todas nuestras recomendaciones. SUSCRIBETE AQUÍ
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