- Agua: Se ofrece a las ánimas para que quite su sed después de un largo camino.
- Sal, purifica y evita que el cuerpo se descomponga en su viaje de ida y vuelta.
- Cirio, significa luz, fe y esperanza. Aunque antes se utilizaban rajas de ocote y ahora los cirios en forma de velas, veladoras o ceras. Su importancia radica en que es la guía para que las ánimas puedan llegar a sus casas y alumbrar el camino de regreso al más allá.
- Copal o incienso, su perfume venera a los dioses y aleja a los malos espíritus para que el ánima pueda entrar en su casa sin ningún peligro.
- Flores, con sus colores y aroma hará que el
ánima, al marcharse se vaya contenta. El 31 de octubre, el alhelí y la nube no pueden faltar pues el blanco significa pureza y ternura y acompañan a las ánimas de los niños. En muchos lugares se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del panteón a la ofrenda y viceversa, para esto se usa el cempasúchil.
- Petate, sirve para el descanso del ánima, así como de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda.
- Izcuintli, es un perrito mexicano, se ofrenda en forma de juguete para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar al banquete, pues este perro es el que ayuda a las almas a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al Mictlán.
- Pan elaborado de diferentes formas según la región de México, el pan es el alimento que se comparte con el difunto.
- El gollete y las cañas, los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en la ofrenda sostenidos por trozos de caña. Los panes simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.
Hay otros elementos opcionales usados en la ofrenda: los retratos de nuestros seres queridos, papel picado, imágenes de santos, chocolate, calaveras de azúcar, licor o cruz de ceniza