La prueba es la siguiente: niños de cinco años de edad aproximadamente deben controlar el deseo de tomar un bombón que intencionalmente se coloca a su alcance. Deben resistir durante 15 minutos sus impulsos, se les ofrece que si soportan ese tiempo sin tomar la golosina se les dará el doble de ración, se les deja solos para que enfrenten su dilema (en realidad se les observa en una cámara Gessel o a través de una cámara de video) pero no todos los niños pueden vislumbrar el beneficio de esperar y no consiguen controlar sus impulsos.
Para ello, los adultos acompañantes deben entender que la capacidad para ejercer el control de sus impulsos es un proceso que se da en cada niño a un ritmo particular según su energía, sus experiencias, su maduración motriz, sus habilidades comunicativas, el desarrollo del lenguaje y su entorno.
- Juegos tradicionales: Muchas juegos tradicionales incluyen elementos que enseñan autocontrol como una gratificación retardada o una supresión del impulso. Simon Dice, por ejemplo, enseña el escuchar y el control de los impulsos permitiendo a los niños seguir una dirección precedida por la frase «Simon Dice» pero no una sin ese prefijo. Luz Roja/Luz Verde, cuando un estudiante enseña a otros a parar y a correr detrás de un objetivo, enseña concentración y la habilidad de detener la inercia de un impulso. Cualquier juego con un claro vencedor incluye la oportunidad de practicar ser un buen ganador o un buen perdedor.
- Pistoletazo de salida: Este es un juego de carreras. Los niños y las niñas se alinean en la línea de salida. El instructor dice «preparados… listos… «. Cuando llegue el momento de decir «Ya», el instructor dirá «Ya» o cualquier otra palabra empezando con «Y», o que rima con «Ya», como «Yegua» o «Llave». Los menores que salgan cuando la palabra no es «Ya» se tienen que colocar más alejados de la línea de salida como penalización. Cuando el instructor por fin diga «Ya», todos los estudiantes corren hasta la meta. Como Simón dice, este juego enseña autocontrol fomentando escuchar y el control del impulso.
- Carrera de relevos: Un juego de relevos, es un juego en el que un grupo de participantes esperan su turno para contribuir uno por uno a cumplir el objetivo del equipo, esto puede enseñar mucho autocontrol. Los menores deben esperar hasta que les llegue su turno aunque estén alterados y con restricciones de tiempo. Deben pasar los turnos de acuerdo a los métodos establecidos. Finalmente, como trabajan en grupo, deben demostrar paciencia cuando otros miembros fallan.
Artículo escrito por Angélica Meza, abogada y directora de Amigos la revista, A.C. | Para conocer sobre su trayectoria haz clic aquí| Si deseas asesoría jurídica te invitamos a conocer el catalogo de sus servicios, citas para asesoría jurídica al 551697-3391 en CDMX únicamente.