Hemos escrito sobre la situación de la educación en México, y de como sobresale Finlandia en el examen PISA. Prueba de ello, es que en PISA 2000, logró el primer lugar en lectura entre los 43 países participantes, llegó al 4to lugar en matemática y al 3ro en ciencias; mientras que en PISA 2003, obtuvo el primer lugar en lectura, matemáticas y ciencias, y el segundo lugar en resolución de problemas. Por ello, nos preguntamos, ¿cuál es la clave del éxito de su sistema educativo, y creo encontramos la respuesta.
Paul Robert, Director del Colegio Nelson Mandela, de Clarensac, Gard, Francia, realizó una visita de estudio a Finlandia para conocer su sistema educativo, y demostrar que la clave del éxito educativo en Finlandia son: los alumnos y los profesores. Veamos.
CADA ALUMNO ES IMPORTANTE
Finlandia escogió poner el en centro del sistema educativo al alumno, sus necesidades reales es lo que está detrás del asombroso éxito del sistema. La clave es un alumno feliz, libre de progresar a su ritmo, donde se respeta el proceso de adquirirlos conocimientos. Para lo cual, se necesita:
1. Un medio ambiente cálido y acogedor: El alumno debe sentirse en la escuela “como en su casa”, borrar la divergencia entre la escuela y casa. Crear una atmósfera tranquila, relajada y asequible donde se les permita sentirse ellos mismos, con una relación personal entre alumno-docente de gran familiaridad, pero sin excluir el respeto mutuo. Lo que se logra cuando lo profesores buscan ayudar a los alumnos, pero también cuando la escuela tiene tolerancia hacia el profesor. Sin tratos rígidos e inflexibles entre todas las partes.
2. Ritmos de aprendizaje adaptados a los niños: Los y las niñas trabajan solamente durante la mañana y la tarde es reservada al juego, para estimular, motivar y mantener el estado de escucha. Y sólo si un niño muestra disposiciones particulares, se le dará la oportunidad de aprender a leer precozmente (antes de los 6 años); con la opción de permanecer en el jardín de niños hasta los 8 años.
3. Detección precoz de las desventajas y desordenes del aprendizaje y uso de las ayudas específicas: Desde el jardín de niños, los alumnos son sometidos a una serie de pruebas a fin de una detección precoz y sistemática de los desordenes del aprendizaje y de desventajas diversas. Los que muestran mayores desventajas pasarán al primer grado de escuela primaria en clases especializadas, que serán llevadas a cabo con 5 alumnos por clase, con profesores especializados. Cuado sea posible, los alumnos serán incorporados con los demás de su clase.
4. Promedio alto de atención a los alumnos: De 7 a 13 años, el número de alumnos por clase no debe sobrepasar de 25, aunque 20 es la generalidad. Las escuelas secundarias cuentan con consejeros de tiempo completo en una escuela en proporción de un consejero para 200 alumnos, lo que les permite estar disponibles. Aunque el alumno no lo necesite, debe visitar a su consejero al menos dos veces al año.
5. Alumnos activos y comprometidos: No hay clases magistrales sino actividades que realizan los alumnos solos o en grupo. El profesor es un recurso entre otros. En clase las paredes están cubiertas con estantes de libros; no hay una sala que no tenga retroproyector, computadora, vídeo proyector, TV, DVD. Todos los medios para poner a los alumnos en contacto con los conocimientos son buenos. Nada de obligación, nada de pesadez. Por eso reina en las clases una atmósfera de sana cooperación donde cada uno está en su lugar y tiene un papel en la construcción colectiva del conocimiento.
6. Libertad de elección delimitada: Una de las características más conocidas del sistema finlandés es la gran libertad de elección dejada a los alumnos para organizar sus estudios, con la posibilidad de avanzar de manera modular. Libertad progresiva en relación con el grado de madurez. Hasta los 16 años, los alumnos construyen poco a poco su autonomía y desarrollan un sentido de responsabilidad, en función de sus aptitudes y su proyecto de continuación. Para ello, pueden contar con la ayuda de los consejeros. Y existe la posibilidad incluso de completar el curso de sus estudios en otro establecimiento, en particular.
7. Una evaluación motivadora: Hasta los 9 años los alumnos no son evaluados con notas. Sólo a esa edad los alumnos son evaluados por primera vez, pero sin emplear cifras. Así, la adquisición de los saberes fundamentales puede hacerse sin la tensión de las notas y controles y sin la estigmatización de los alumnos más lentos. Cada uno puede progresar a su ritmo sin interiorizar, si no sigue al ritmo requerido por la norma académica. Finlandia ha elegido confiar en la curiosidad de los niños y en su sed natural de aprender.
II. Profesores expertos
a) Una profesion valorada: Un docente goza de un prestigio real en Finlandia. Esto no tiene que ver con la remuneración, sino con la importancia que otorga el país a su educación y al sentimiento ampliamente extendido de que los docentes son expertos en su dominio y que ellos se consagran con todo su corazón a su tarea. Los profesores finlandeses sienten que se encuentran al servicio de la infancia más que al servicio de una materia.
b) Una selección exigente: La selección de candidatos elegibles como profesores considera sus competencias disciplinares y teóricas, así como el conocimientos que tienen sobre la infancia, una experiencia mínima de 3 años como ayudante en escuela y el concepto formado sobre su oficio. Son las municipalidades las responsables del reclutamiento. Los profesores son pagados directamente por los establecimientos, cuyos presupuestos, solventados por las municipalidades, incluyen los salarios de los docentes.
c) Formación inicial cuidadosa: Todos los profesores deben ser titulares de una maestría complementada con estudios de pedagogía. Mientras que los consejeros y los profesores especializados siguen una preparación particular.
d) Un tiempo moderado de trabajo pero con una definición amplia del servicio: A la mitad de la carrera, su salario es de aproximadamente 2000 euros por una carga de 900 horas de trabajo, entre las que se incluye: la vigilancia de pasadizos y patios, la intervención en los consejos de clase y la participación en grupos de trabajo disciplinares e interdisciplinares. Asimismo consideran como parte de su trabajo la relación con la familia fuera del horario escolar, por ello, no es raro que un profesor visite el domicilio de sus alumnos para tomar nota de sus condiciones de vida.
e) Condiciones materiales óptimas: Los profesores finlandeses gozan de condiciones materiales de trabajo particularmente favorables. Nunca más de 25 alumnos, con aulas espaciosas y totalmente equipadas.
f) Completa libertad pedagógica: Los profesores finlandeses muestran un grado impresionante de satisfacción. No son profesores amargados, decepcionados o desengañados; por el contrario, se sienten orgullosos de su sistema educativo, al que consideran bien organizado. Superado el periodo de reclutamiento, gozan de una libertad pedagógica total y de un margen amplio de autonomía y de iniciativa.
g) Profesores expertos asociados a la universidad: Concluidos sus estudios, los profesores mantienen un contacto estrecho con la universidad. Su nivel de formación y experiencia les da derecho a ser miembros asociados. Participan en la formación de nuevos colegas y son consultados regularmente sobre el contenido de los programas.
h) Formación continúa claramente determinada: Preocupados por mantenerse al día, los profesores participan regularmente en acciones de formación continua. Son el éxito del sistema finlandés, por ser dueños de una formación inicial de alto nivel, en la cual la pedagogía ocupa un lugar fundamental; gozan de una gran confianza y consideración de parte de su institución y de la sociedad entera.
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