Desde que mi hija era pequeña detestaba que le gustará la caricatura de los ponys, esa de la magia de la amistad, pues a mi parecer mostraban una falsa idea de los amigos, con claros ejemplos de violencia velada, con absoluta falta de sonoridad de entre las “pares” y un profundo etcétera, pero ella, mi hija, los amaba. Intenté reflexionar con ella, pero bueno, hay conceptos demasiado complejos que la edad no te permite permear. Me sentí estúpida.
Me conformé con lo básico. El amor es aceptación. La amistad hace sentir bien a tu corazón. Los amigos estarán cuando no pueda estar tu madre y siempre podrás contar con ellos.
Pasaron los años. Ella dejó atrás a los ponys, pero la línea entre la amistad verdadera y los compañeros de clase o personas con las que te sientes a gusto no es clara. Mi hija dice que como abogada desconfió de todos, siempre pongo en duda las intenciones y sus palabras; por otra parte, mi hija, cree que toda la gente es honesta.
¿Cuál es el punto medio correcto?
A lo largo de 3 años, ella vivió de forma intermitente una situación escolar de exclusión entre sus pares. Yo pasé por todas las posibles respuestas, desde querer arreglarlo, hablar con los adultos responsables, dar opciones pero finalmente entendí que ella debería resolverlo y yo acompañarla a vivir su duelo. Sí, las perdidas duelen y mucho.
No fue fácil. Verla llorar es doloroso. Intentar ser prudente y sensata mientras ella sufre ha sido una gran prueba de madurez. Esperar a que ella llegará a la conclusión de que las relaciones se diluyen hasta desaparecer, fue un proceso largo.
¿Existe la amistad verdadera? ¿Por qué alguien que dice quererte, te lastima? ¿Por qué alguien que dice quererte, te miente? Llegó el punto en que pensó que yo tenía razón y no hay personas sinceras en el mundo. Me sentí más estúpida. Quise solucionarlo.
Como consuelo, durante ese proceso, le mostré el mundo. Fuimos a tantos lugares como fue posible. Le mostré diferentes tipos de ambientes, le expliqué que era cosa de encontrar donde embonar. Todos somos diferentes, el problema es querer ser iguales, pretender tener los mismos gustos. ¡Tú eres única y especial!
Descubrió que ama el arte y detesta las poses. Que es capaz de sentirse feliz acostada en su cama dibujando, que la soledad no es un problema, que puede estar sola por elección y no por castigo, y sobre toda las cosas, que la exclusión era un síntoma de una relación enferma que se debe dejar atrás.
Crecer implica demasiadas lecciones, no dejes solo a tu adolescente.
Si tienes una duda jurídica respecto a derechos de niños, niñas o adolescentes, te invitamos a visitar la página www.angelicameza.com o en caso de urgencia en la ciudad de México mandar mensaje al WhatsApp 551697 3391 con Angélica Meza
No es fácil, pero es una gran experiencia. Queremos que nunca sufran, que sea felices, que se vean como los vemos nosotros sin embargo ellos deben aprender las lecciones que nos da la vida. Yo tengo un quinceñero al cual amo pero tenemos formas tan distintas de ver el mundo. ¡ Felicidades a las dos por lograr superar este reto.¡ 🌸
Me gustaMe gusta
Gracias Adriana por compartir. Si, lo importante no es ver las mismas cosas sino poder crear a partir de las diferencias. Besis
Me gustaMe gusta
Ah! Es bueno saber que no fui la única! Yo le tuve que quitar la loca idea de que todos los niños eran los príncipes de Disney porque ya era un problema.
Yo no le sugiero quien si y quien no en su vida, pero siempre le recuerdo que un amigo o alguien que te ama no va a hacer algo que te lastime o te haga sentir mal. Buen artículo
Me gustaMe gusta
Mi querida amiga, no se cómo ocurren estas cosas, mi hija ha pasado de tener a una amiga que se sentian almas gemelas a un rechazo absoluto, sin razón alguna, ha sido doloroso y he caminado a su lado desde decirle que juntas le escupimos un ojo hasta cuestionarla sobre el que pasó, no me es facil y ella sufre y se cuestiona, la lealtad, la congruencia, la justicia, el futuro y su proceder, pero de algo esta cierta que su dignidad va primero, y en eso estoy de acuerdo 😉
Me gustaMe gusta
Nos paso lo mismo, ha sido muy difícil actuar de forma madura y prudente. Lo más sano ha sido enseñarle a que las relaciones se diluyen y no son eternas, así que algunas pueden desaparecer y siempre será bueno conocer más personas y no cerrarnos a las posibilidades. Un abrazo
Me gustaMe gusta