Mi adolescente y la sexualidad

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Cuando inicié esta serie de artículos, el tema más mencionado fue la sexualidad. Quiero iniciar diciendo que no soy sexóloga, sólo una madre preocupada con empatía que ante cada duda pone cara de circunstancia y busca información en la web o con algún especialista. Además, ella y yo solemos hablar de todo.

La comunicación entre ambas inició desde muy pequeña. Hubo un tiempo que no quería hablar en la escuela, la maestra se me acercó y me dijo, puede llevarla a terapia de lenguaje o simplemente hable con ella. Así, salíamos del colegio y comencé hablar de cosas simples como: ¡Miro, miro un árbol! ¡Miro, miro algo azul! ¡Miro, miro un coche!

Ella reía y poco a poco fue sumándose al juego. Porque además de hablar comenzamos a correr y tocar, sea árboles, coches (estacionados), cosas azules, tazas, etc. El camino del colegio a la parada de autobús se fue haciendo más corto, al igual que el trayecto que hacíamos en él, de camino a casa.

Una de las escenas de la película 'Mustang'.

Escena de la película «Mustang», es la historia de cinco hermanas huérfanas, vecinas de un pueblecito rural de Turquía, que son encerradas en casa por los familiares a su cargo. Los tutores son su abuela y su tío, personificaciones bárbaras de una sociedad machista, ultraconservadora y castrante. Y el objetivo de ambos es frenar el despertar sexual y, por extensión, a la vida de esas adolescentes vírgenes.

Después, comenzó a preguntarme por mi día. ¿Qué hiciste después de que me dejaste mamá? Luego los viernes, iniciamos el día de chicas, que no es otra cosa que comer en una fonda cercana mientras el tráfico se aligera, pero para hacerlo especial lo bautice con ese nombre: Día de chicas. A ella le encantó saber tenemos nuestro propio espacio.

 

Por ello, suele decir mientras hacemos cualquier cosa: ¡Mamá, hoy hablamos de condones! Dejaron de tarea jugar con un condón. ¿Mamá, qué es el DIU? ¿Mamá, qué es hacer el amor? ¿Mamá, qué es el aborto? ¿Mamá, qué es una violación? Y un largo, Mamá…

 

Tiene 11 años, así que a pregunta expresa, respuesta expresa de la forma menos violenta. Es decir, nunca la engaño. Reconozco cuando no soy experta en el tema y buscamos juntas la información. Trato de despejar sus dudas y poco a poco se forme una opinión. No hay tema vedado entre nosotras.

 

La sexualidad es parte de nuestra vida, de conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo, que como crece, se llena de inquietudes. Y ninguna de esas inquietudes es mala, es sólo eso, una inquietud. Una sed por conocer, por sentir y descubrir.

Me gusta que tenga planes, sueños; el amor no puede ser su único plan. Así verá la sexualidad como algo más, no como su plan de vida. Haberme embarazado adulta (29 años) me permitió tener un mejor contacto con ella, no sólo por la edad, sino porque había tenido tiempo para curar mis heridas emocionales, para descubrir la mujer que quería ser, para saber que estaba lista para hacerme responsable del cuidado y crianza de un ser humano.

 

Sin duda, los hijos son grandes lecciones de vida y la adolescencia es un curso intensivo. Te abrazo y quiero a la distancia. Si eres madre de un adolescente y quieres compartir algo conmigo, no dudes en hacerlo.

Si tienes una duda jurídica respecto a derechos de niños, niñas o adolescentes, te invitamos a visitar la página www.angelicameza.com o en caso de urgencia en la ciudad de México mandar mensaje al WhatsApp 551697 3391 con Angélica Meza

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