Con el inicio del año, todos y todas pretendemos lograr un cuerpo sano y ejercitado, pero lograr que los propósitos de año nuevo superen la primavera es muy difícil, por ello, la recomendación es tratar de mejorar los hábitos poco a poco, con pequeños detalles, aquí te damos algunos opciones muy sencillas.
1. No pases hambre
No pases periodos muy prolongados sin alimento y procura no saltarte la hora de comida, aunque tengas mucho trabajo. Puedes preparar algo en tu casa y llevarlo a la oficina para no perder tanto tiempo. Ten presente lo valiosa/valioso que eres y date tiempo para ti, así que suspende por algunos momentos tus labores y come.
Además es necesario que consideres que el cerebro, como cualquier otro órgano del cuerpo, necesita nutrientes para realizar sus funciones: aprender, memorizar, relacionar conceptos o concentrarse. Hacer cuatro o cinco comidas al día asegura que el cerebro tenga glucosa y nutrientes en todo momento
2. Come despacio
Comer despacio es beneficioso para nuestro organismo, por que te ayuda a comer menos y por lo tanto a perder peso; te permite disfrutar de la comida; tener una mejor digestión y hasta te ayuda a relajarte. Además, facilita la segregación de saliva ayudando a tragar mejor y también a eliminar las bacterias que pueden venir en la comida, gracias a su función antibacteriana. Entre más masticamos la comida, nuestra digestión se vuelve más ligera y saludable. Así que la próxima vez que te sientes a la mesa tómate tu tiempo y obtén los beneficios que te brinda el comer despacio.
3. Antojos: aprieta los puños y sigue caminando
Si vas por la calle con hambre y se combina de antojo por una concha, dona o bizcocheria en general desde un mostrador de pastelería, aprieta el puño y sigue caminando. Oprimir alguno de tus músculos aumenta tu fuerza de voluntad. A las personas preocupadas por su salud que tensaron un músculo mientras seleccionaban sus alimentos de una barra de refrigerios se les facilitó más abstenerse de los antojos poco saludables y fueron más proclives a optar por frutas. Ojo: concéntrate en alimentos saludables y aprieta el músculo al enfrentar el dilema.
Para controlar la ansiedad, la recomendación es tener a la mano una taza o botella donde pueda prepararse un té relajante. El té contiene muy pocas calorías y además ayuda a disminuir el riesgo de caries si se consumen 20 minutos después de las comidas.
4. No comas frente al televisor
Comer mientras ves televisión puede hacer que ingieras hasta 40% más de calorías que tenías en mente. Lo mismo pasa con chatear, manejar o hacer cualquier otra actividad que te distraiga, así que cuando comas: siéntate y disfruta.
5. Cuida con lo que tomas
Muchas personas consumen alrededor de 450 calorías diarias provenientes de las bebidas azucaradas. Reducir este número a la mitad puede ahorrarte 11 kilos en un año.
6. Haz ejercicio
No tienes que pagar enormes suscripciones al gimnasio, tomar decisiones adecuadas puede ser el inicio. Sube las escales en lugar de tomar las eléctricas, estaciona el auto y camina más, o usa la bicicleta en una actividad familiar como #MuéveteenBici para conocer el calendario y detalles de la actividad haz clic aquí…
El ejercicio físico mejora la imagen, hace que tu metabolismo trabaje más rápido y estimula la producción de endorfinas, sustancias naturales que provocan el buen humor. Así, que estarás de mejor humor. Pero lo más importante es: EJERCÍTATE para estar en forma, no flac@; COME para nutrir tu cuerpo; e IGNORA comentarios que te lastiman, a la gente y las situaciones que te orillen y retienen en algún desorden alimenticio. ¡Quiérete!
7. Pésate
A quienes tratan de perder peso, un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington encontró que las personas que hacen una dieta tienden a excederse los fines de semana. Sin embargo, pesarse los viernes (sobre todo si se hace a primera hora de la mañana, cuando el peso es más bajo) brinda retroalimentación positiva que puede mitigar la tentación de comer demasiado, y volver a subir a la balanza los lunes puede ayudar a rectificar el camino rápidamente si se ha desviado.
Si necesitas ayuda, es mejor considerar a un experto. Una nutrióloga no esta para castigarte, juzgarte o regañarte, está para servirte, motivarte y enseñarte a comer rico, variado y saludable. Si eres alguien ocupado o con mucho trabajo: Mi Nutrióloga a Domicilio es un servicio de consulta y seguimiento nutricional en casa u oficina, en el horario que mejor te conviene, y a un precio muy accesible. Para más información, escribe a: minutriologaadomicilio@outlook.com
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