Por Gabriela Perusquia
¿Sabías que una forma de maltrato es darles a tus hijos e hijas todo lo que te piden? Quizás pienses que eso te convierte en un padre o madre cool, o bien sea tu forma de recompensar alguna ausencia o que no pasen lo que tu pasaste; pero al darle todo sólo estas formando niños, niñas y adolescentes inmersos en el consumo y lo efímero.
Es común encontrar padres o madres de familia que constantemente comentan que sus hijos o hijas los presionan para que les compren artículos de moda, muchas veces “teniendo que” ceder a sus peticiones, ya sea por premiar hechos o conductas que debieran realizar por responsabilidad o bien, por ser padres “cool” que se esfuerzan de forma desmedida en ser “amigo-amiga” de sus hijos e hijas, perdiendo en un corto plazo la capacidad de freno y control frente a estas exigencias. Por lo que te decimos 3 cosas a considerar para no morir ante el consumo.
1. ¿Amigos o padres?
La crianza no es algo fácil y como cualquier tema, todos los excesos son malos, por ello, tan perjudicial es ser autoritario como permisivo, y cuando la tendencia es ser “amigos” de nuestros hijos se puede llegar a pensar que ser amigos es no poner límites; por ello, te invitamos a replantear tu rol frente a tu hijo o hija, y es precisamente uno, ser su madre o su padre para explicarles que hay límites y reglas cívicas, formativas y de convivencia necesarias para su desarrollo social y profesional, gracias a las cuales podrá ser asertivo y exitoso.
Ser su madre o su padre conlleva establecer límites para que entiendan el concepto de la responsabilidad; así como el respeto a los tiempos, posibilidades y entendimiento de lo necesario frente a lo caprichoso de un momento.
2. El valor de las cosas
Así, el niño, la niña y el adolescente, entenderá el valor y el equilibrio de las cosas, y la diferencia entre el poseer y el ser. Trabajemos en desarrollar el ser, en que aprendan a darle valor a la esencia de la vida, de los otros y sepan discernir entre lo que es una verdadera necesidad para su crecimiento personal y lo que resulta en mera necesidad por moda, placer o reconocimiento.
Ciertamente no es sencillo cuando nos enfrentamos a niños y niñas creciendo en una sociedad cada vez más superficial y consumista, que los satura de imágenes y mensajes que les dicen que su valía depende exclusivamente de cómo se ven y cuánto tienen; el éxito depende de ti, las reglas y la constancia en la aplicación de las reglas.
Hoy está en nuestras manos detener este “mal trato” del que habla la frase con la que iniciamos, tomemos las riendas y enfoquemos la formación en el hogar en brindarles amor, confianza, cercanía y tiempo. Para informe puedes llamar al teléfono (55)6550-00668 o al correo electrónico: meinvolucro@sinceraser.org
Artículo publicado en la edición de agosto de 2014. Para suscribirte a nuestro boletín y recibir nuestras recomendaciones haz clic aquí…