Desarrollar el rol de padre o madre no es una tarea sencilla, exige retos y cualidades extremas para momentos extremos, pero sin importar el reto, estamos plenamente convencidos de que la violencia no es nunca una opción para la crianza de los niños y las niñas. Lo triste es, que los modelos de crianza que se sustentan en concebir al menor como su propiedad, llegan al extremo de conceptualizarlo como objeto incompleto, razón por la cual, el cumplimiento de sus derechos se supeditan a la atención que quieran darle; por ello, te compartimos algunos de los mitos y prejuicios alrededor de “una nalgada a tiempo”
1. Mis padres me pegaban y así aprendí a respetarlos
Este mito se suele popularizar a través de “memes” digitales, los cuales a través de la broma y la burla intentan hacer creer que la violencia es algo normal y gracioso; sin embargo, es necesario que seamos reflexivos sobre el tema y entendamos que:
“Aceptar que los golpes o la violencia conllevan al respeto, es enseñarle a los niños y las niñas que se necesita violencia para obtener resultados positivos, y eso es una forma de construir estereotipos, por lo que ellos y ellas verán habitual e inevitable la violencia, la cual, repetirán. La violencia no es positiva, la mejor forma de lograr los objetivos es el trabajo constante, el dialogo y el respeto. Por ello, nosotros debemos entender que un niño o una niña sana, es inquiet@, impaciente y desea jugar, y no estar sentado/sentada esperando. Aprende a tener paciencia. A fin de evitar el mal trato y el uso de la violencia con los hijos/hijas, hemos señalado algunas herramientas para la crianza positiva y el buen trato en la familia.
2. La mano dura es esencial en la disciplina
La violencia infantil tiene sus orígenes en la crueldad inspirada en conceptos exagerados de disciplina infantil, cuando padres o tutores ejercen rígidas interpretaciones de autoridad; sin reflexionar que la agresividad sólo tiene efectos negativos en el desarrollo del menor. La violencia de adulto en contra del niño o la niña lleva al terror infantil, el terror infantil lleva al enojo del adolescente y el enojo del adolescente con demasiada frecuencia lleva a la rabia del adulto, tan destructivo para otros como para sí mismo. El terror, el enojo y la rabia no son ingredientes de calles seguras, familias fuertes ni comunidades cariñosas. Si deseas una sociedad pacífica con niños y niñas respetuosas, entonces deja de agredirlos, coaccionarlos, y de pensar que ellos-ellas manipulan. El respeto es algo que se aprende de tu ejemplo, no lo olvides.
3. No se debe pedir la opinión de los niños y las niñas
Es claro que no todo vamos a negociar con los niños y las niñas, pues existen reglas básicas de orden por vivir dentro de una sociedad, así, nadie discute que un semáforo en rojo indica alto; y que la toma de decisiones varía de acuerdo a la edad del menor, pero tampoco te resta “autoridad” pedir opinión, dejarlos tomar decisiones o condensar sobre algún tema. De hecho, al considerar la voz de los niños y las niñas le enseñaras a hacerla valer y ser consciente de sus decisiones, que a la larga ayudará en su autoestima y ser considerados con los otros.
4. El castigo enseña a los niñxs las consecuencias de sus actos
La infancia es una etapa de la vida donde aprendemos de muchas formas, y el proceso de aprendizaje es precisamente eso, un proceso, por el cual, es perfectamente natural “cometer errores” o que se caigan cosas de las manos, o tomar decisiones poco correctas, pero es parte de aprender a ser un adulto. Antes de golpear o sermonear recuerda que tú tuviste su edad y que quizás sea la primera vez que haga determinada cosa. Todos aprendemos por ensayo-error, por lo que tu misión como padre-madre es ser un facilitador para la toma de decisiones, ayúdalo, oriéntalo, haz que sea más fácil digerir las emociones.
5. Las nalgadas y el abuso físico son dos cosas diferentes
El que la violencia este tan aceptada y se permita socialmente, no quiere decir, que deje de ser violencia, y lo peor es llegar a pensar que la crianza violenta es un derecho que tienes como padres, o que la forma de educar a tu hijo-hija es un asunto privado; cuando los niños y las niñas tienen derechos reconocidos por el Estado como es una vida sin violencia, por lo cual, todo padre o madre que violente a un niño o niña estaría violentando la ley. Pero lo que sucede es que cuando pensamos en maltrato infantil tendemos a referirnos a situaciones graves, crueles y perversas, y restamos importancia a las nalgadas, que no es otra cosa que enseñar a tu peque, que la violencia es una forma de conseguir las cosas o algo necesario para hacerse respetar.
Si es incorrecto pegarle a tu pareja, a tus empleados, colegas, o tu madre, entonces porque piensas que puedes pegarle a tus hijos. Si detectas que eres una persona violenta, lo mejor es pedir ayuda y darte un espacio para calmarte, antes de golpear. Busca herramientas para una crianza positiva para poder validar las emociones de tu peque y enseñarle que comportamiento no es aceptable. Nosotros creemos y pugnamos por una crianza respetuosa, donde padres y madres jueguen su papel, su rol de padres y pongan límites de forma sana, que deriven en relaciones duraderas, adultos empáticos y una alta autoestima para erradicar la violencia. Y recuerda que una buena comunicación.
Siempre existen alternativas respetuosas para educar a nuestros pequeños, que quizás exigen al adulto cuidador o educador mayor conexión, disposición y compromiso emociona; nunca olvides que los niños y las niñas demandan atención, mucha, ten paciencia: ellos crecerán.
Artículo escrito por Angélica Meza, abogada y directora de Amigos la revista, A.C. | Para conocer sobre su trayectoria haz clic aquí| Si deseas asesoría jurídica te invitamos a conocer el catalogo de sus servicios, citas para asesoría jurídica al 551697-3391 en CDMX únicamente.