Primero quiero aclarar que requerí la autorización expresa de mi hija para escribir este artículo, y las amigas con las que compartí las anécdotas, me pidieron hacerlo. Segundo, nosotras hemos tratado el tema de la sexualidad desde que ella estaba en preescolar, y como muchas saben somos muéganos, así que mi privacidad con ella es limitada. Léase nos bañamos juntas…
